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El Mahr o Dote de la Mujer y su Filosofía

El Mahr o Dote de la Mujer y su Filosofía

Cuando el hombre realiza el contrato matrimonial debe dar algo en obsequio a la novia lo que comúnmente entre los musulmanes es conocido como "mahr" o "sadâq". En el Sagrado Corán no encontramos el vocablo mahr, sin embargo ha sido utilizado el término sadâq.

El Sagrado Corán dice:

﴿ وَ آتُوا النِّساءَ صَدُقاتِهِنَّ نِحْلَةً فَإِنْ طِبْنَ لَکُمْ عَنْ شَیْ‏ءٍ مِنْهُ نَفْساً فَکُلُوهُ هَنِیئاً مَرِیئاً ﴾

«Dad a vuestras mujeres su dote como un regalo gratuito. Pero, si renuncian gustosas a una parte en vuestro favor, haced uso de ésta tranquilamente». (4:4)

Para la dote de la mujer no se ha establecido una cantidad determinada, sino que depende de lo que convienen la mujer y el hombre.

El Imâm Muhammad Bâqir (P) dijo:

"El monto de la dote es algo en lo que la mujer y el hombre acuerdan, sea mucho o poco".[68]

Para la cantidad mínima de la dote tampoco se ha establecido una cantidad determinada, sin embargo en las narraciones encontramos "que no sea algo insignificante".

El Imâm As-Sâdiq (P) de sus ancestros y éstos a su vez del Príncipe de los Creyentes, 'Alî (P) narran que dijo:

"No me agrada que la dote sea menor de diez dirham, para que no sea la misma cantidad que cobran las rameras".[69]

Para el monto mínimo de la dote no ha sido fijada una cantidad. No existe impedimento en el monto de éste. El Islam no considera conveniente y ha prohibió que el monto sea elevado, y se utilice como medio para rivalizar.

El Príncipe de los Creyentes, 'Alî (P), dijo:

"No determinen el monto de la dote elevado, y no lo incrementen a través de la rivalidad, ya que provoca enemistad".[70]

El monto de la dote no debe ser fijado con severidad de tal forma que para los jóvenes sea imposible contraer matrimonio.

En este caso es conveniente evitar caer en los extremos. Hay que respetar la dignidad tanto de la mujer como del hombre así como la personalidad social de la familia de la novia y el novio. Y según las posibilidades económicas de las dos partes llegar a un acuerdo apropiado y equilibrado en el monto de la dote.

No existe limitación en el tipo de dote, sino que cualquier bien puede ser determinado con ésta, tales como: oro, plata, inmuebles, cualquier tipo de moneda prevaleciente en el mercado, enseres y cualquier artículo del hogar, alfombras, utensilios, automóvil, ropa y cualquier otro artículo que pueda ser propiedad de éste. A la mujer le conviene que en caso que sea posible su dote se establezca sobre una propiedad, oro, plata o cualquier otro parecido a éstos para que sirva de reserva para ella y con el transcurso del tiempo no baje su valor.

La dote puede darse al contado o en plazos. Esta responsabilidad la puede asumir el esposo o cualquier otra persona, dependiendo de lo que convengan la mujer y el hombre. Si la dote es al contado la mujer puede exigirla antes de casarse. En caso de que el hombre tenga la capacidad para pagarla, deberá hacerlo. Y si se rehúsa, la mujer tiene derecho a negar tener relaciones sexuales con él. Esta resistencia no provoca desobediencia hacia el marido ni la privación del sustento.

Si la dote es a plazos, pero se estableció un tiempo determinado, la mujer no puede exigirlo antes del plazo convenido. En caso de que no se haya establecido un tiempo determinado, en el momento que la mujer lo exija y el hombre cuente con las posibilidades, deberá inmediatamente pagarlo.

El dueño verdadero de la dote, sea propiedad o dinero en efectivo, es la mujer. Nadie tiene derecho, sin su permiso, de apropiarse de sus bienes inclusive su padre, madre o esposo, y sus ganancias también le pertenecen.

El Mensajero de Dios (BP) dijo:

"Dios el día de la Resurrección perdona cualquier pecado excepto el de alguien que quita la dote a su esposa, niega el sueldo de alguien contratado o venda a una persona libre como esclavo".[71]

Preguntaron al Imâm Mûsâ Ibn Ÿa'far (P):

"¿Acaso el padre puede apropiarse de la dote de la hija?" Respondió: "¡No! No tiene derecho".[72]

Cuando la dote es a plazos y el esposo asumió su responsabilidad, es una deuda verdadera que deberá cubrirla cuando la mujer la pida y en el primer momento posible.

El Imâm As-Sâdiq (P) respecto al hombre que contrajo matrimonio con una mujer pero no tenía la intención de pagar su dote, dijo:

"Este acto es considerado fornicación".[73]

Este mismo Imâm (P) dijo:

"El hombre que determine una dote para su esposa pero no tenga la intención de darla, es considerado un ladrón".[74]

También este mismo Imâm (P) relata de sus ancestros que narraron del Mensajero de Dios (BP) que dijo:

"Aquél que no de la dote a su esposa, ante Dios es considerado un fornicador. Dios, Honorado y Glorificado sea, el día de la Resurrección le dice: A través de Mi pacto hice válido el matrimonio de Mi servidora contigo, pero tú no fuiste fiel a Mi pacto y fuiste opresor con Mi servidora. Entonces descuenta de las recompensas del hombre y las entrega a la mujer. En caso de que no quede para el hombre recompensa por sus buenos actos, ordena que lo echen al fuego del Infierno, ya que no cumplió con su pacto, y ese día le preguntarán y será juzgado por este acto".[75]

Filosofía de la dote

Es posible que alguien cuestione la razón de ser de la legalidad de la dote y diga: "La mujer y el hombre, desde la perspectiva del instinto sexual tienen necesidad uno del otro, y por esa razón se acercan y contraen matrimonio. Entonces ¿Qué significado tiene dar la dote? Con la ley religiosa de la dote el valor de la mujer baja hasta el nivel de un artículo con el cual se comercia. El hombre al pagar la dote, es como si comprase a la mujer al igual que a una esclava volviéndose su dueño".

En respuesta debemos decir que en el Islam la mujer no es considerada ni una mercancía ni una esclava, ni tampoco la dote es el pago de una transacción, sino que la dote es un regalo por parte del esposo que entrega a su esposa en señal de respeto, y en esta forma muestra el grado de afecto que siente hacia ella.

Para aclarar este asunto y explicar la filosofía de la ley islámica de la dote, mencionamos dos puntos importantes:

Primer punto: A pesar de que la mujer y el hombre desde la perspectiva del instinto sexual se necesitan mutuamente y en forma natural se quieren el uno al otro, pero cada uno de ellos tiene sus peculiaridades:

Una de las particularidades de la mujer es su delicadeza y belleza, y por meido de éstas se vuelve atractiva para el hombre. El factor más importante influyente de la mujer es su belleza y el hombre ante ésta muestra atención especial. La mujer lo comprendió a través de una inspiración natural de sus instintos, por ello se embellece para mostrarse más bella y poder penetrar más en el corazón del hombre.

La segunda particularidad de la mujer es que a pesar de poseer el instinto sexual puede ocultar más que el hombre los deseos de ese instinto. Se muestra sin necesidad y no pide al hombre que se case con ella. Ella prefiere penetrar en el corazón del hombre y hacer que se enamore de ella y sea él quien la pida en matrimonio. Y de esto mana su gusto por arreglarse, exhibirse, coquetear y seducir. Por ello la mujer ante todo trata de apoderarse del corazón del hombre para que éste se enamore de ella.

El hombre es débil ante la fuerza sexual y no puede ocultar sus deseos internos. Va y pide en matrimonio a la mujer. La quiere, la pretende y la sigue ya que entendió que la mujer pide su amor y afecto. El hombre muestra afecto y enamoramiento, y acepta su coquetería y seducción. Para mostrar su afecto interno utiliza cualquier medio: gasta dinero, le compra regalos y organiza la fiesta del matrimonio.

El pacto de la dote es también uno de estos medios. El hombre para demostrar su afecto interno y para honrar a su esposa, y apoderarse de su amor le obsequia algo como dote.

El Sagrado Corán menciona la dote en esta misma forma, utiliza el término "saduqâtihinna" (su dote), y la presenta como "nihlah" bajo el significado de "regalo". Este es uno de los beneficios de la filosofía islámica de la dote.

Segundo punto: El pacto de la dote da a la mujer tranquilidad y seguridad relativa para asumir las responsabilidades que la creación puso bajo su responsabilidad. Aunque la mujer y el hombre en el momento del matrimonio pactan ser fieles el uno hacia el otro y cooperar en la educación y cuidado de los hijos, pero se ven casos contrarios en los que el hombre no cumple con sus obligaciones y no aporta lo necesario para vivir y educarlos. Mientras que la naturaleza dio responsabilidades especiales a la mujer que no puede evitar realizarlas puesto que el hombre juega el papel de agricultor y la mujer de tierra de plantío. El planta el esperma dentro de la matriz de la mujer y después de esto es libre. El hombre desde la perspectiva de la jurisprudencia islámica, ley civil y moral tiene obligaciones ante su esposa e hijo, pero ya que la naturaleza no dejó nada bajo su responsabilidad puede abandonar a la mujer y al feto que lleva ésta en su seno, y huir. Claro está la mayoría de los hombres no son así en la sociedad islámica, pero de cualquier forma existe la posibilidad de ello y se han visto casos de estos hombres.

La mujer no cuenta con esta libertad. Ella se ve obligada a soportar el período del embarazo, el parto y el tiempo de indisposición del posparto. Después del parto tampoco puede dejar a un lado a su infante débil y sin pecado, o dejarlo hambriento, y sin otra alternativa deberá amamantarlo y cuidarlo. Tomando en cuenta el intenso sentimiento de afecto de la madre y del amor que tiene hacia su hijo, después de esto tampoco puede abandonarlo, sino que se ve obligada a cuidarlo.

Ella durante este tiempo necesita de un ingreso para vivir, rentar una casa, comprar alimentos y ropas.

En una suposición como esta ¿qué puede hacer una mujer sola? Las mujeres naturalmente se preocupan por una posible situación como la mencionada.

Posiblemente una de las causas de la dote en la ley islámica, es asegurar una tranquilidad y seguridad relativa para las mujeres en estos posibles casos. Si la dote es un inmueble o dinero en efectivo, la mujer lo toma y guarda para una situación como ésta. Y si es a plazos, también puede pedirlo.

En conclusión, la dote puede ser considerada como un medio de aliento y garantía para el matrimonio.

 

 

[68]- Wasâ’il Ash-Shî'ah, t.21, p.240.
[69]- Wasâ’il Ash-Shî'ah,  t.21, p.253.
[70]- Wasâ’il Ash-Shî'ah,  t.21, p.266.
[71]- Wasâ’il Ash-Shî'ah, t.21, p.266.
[72]- Wasâ’il Ash-Shî'ah,  t.21, p.272.
[73]- Wasâ’il Ash-Shî'ah, t.21, p.266.
[74]- Wasâ’il Ash-Shî'ah, t.21, p.266.
[75]- Wasâ’il Ash-Shî'ah, t.21, p.276.